El cielo lloraba y se retorcía entre llamas.
Tú me convenciste para salir a pasear
y yo te llevé bien lejos,
Tú me convenciste para salir a pasear
y yo te llevé bien lejos,
-¿has pasado ya la Luna?-
con una impecable patada...
ahora no pongas esa cara;
al menos en el espacio
no queda oxígeno
para seguir
ardiendo.
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